Al final, como era de suponer, hemos asistido a la marcha celebrada en Sonseca para colaborar con las víctimas del terremoto en Haití, esta vez hemos hecho acto de presencia 4 gigantes 4, Felipe, Jose, Manolo y Javi Valiente (de mayor a menor), y otros que no han podido ir, pero que han colaborado a través del llamado "Dorsal Cero".
La llegada para variar fue un poco tumultuosa, entre tanta gente y saludando a todo el mundo, la rueda de atrás de mi bici, estaba pinchada (antes de salir) y al poner la de repuesto... pues más de lo mismo, que sin haberla estrenado y todo, también presentaba cierto agujerito, así que gracias a la organización que me dió una camara de repuesto, y Javi que llevaba la superbomba en la furgo, logramos arreglar el desperfecto antes de salir.
La ruta fue muy cómoda, en esta ocasión, lo que se trataba era de reunir el mayor número de bikers posible para que la recaudación fuera alta, así podías encontrar desde chavalines con su padres, bikers que habían engañado a su respectiv@s, bikers con remolque incorporado y el resto de bikers con los que solemos coincidir.
El recorrido tuvo 3 alternativas, nosotros elegimos la que llevaba por la Vereda del Fraile, donde pudimos disfrutar y comprobar la belleza del paisaje y lamentar no tener más cerca sitios así para disfrutar más a menudo.
Después de un comienzo amigable, hicimos un parón para dividirnos y aprovechamos para departir con el personal, y hacernos unas cuantas fotos, comentar el tiempo, ir al baño, en fin, las cosas típicas de esos parones.
La famosa vereda es un continuo sube y baja, zigzagueante por la ladera, y que es precioso, en fila de a uno y siguiendo la senda del que te precede, con una sola vez no da tiempo a apreciar todo su esplendor, así que ya hemos quedado en volver, y no tardando....
Eso sí, todo lo que tiene de bonito, lo tiene de complicado para hacer fotos, así que no hice más que una y porque me bajé de la bici...
Después de un pequeño parón, en el que me descolgué del grupo, y no continué con los amigos de Alcázar que se iban a subir el Pico Amor, me dirijí a Sonseca, siempre bien indicado por los compañeros del club organizador que estaban al quite en aquellos cruces un poco complicados, el caso es que me quedé "en tierra de nadie", no veía a nadie por delante y no venía nadie por detrás, así que alcancé a otro compañero y decidí hacer el trayecto con él. Desde aquí, mando un fuerte abrazo a Pepe (de Gálvez, pero que vive en Toledo), que hicimos a dúo los últimos 10 kms, sorteando charcos y vadeando arroyos.
Y nos dió tiempo a socorrer a un anciano que estaba gritando al camino, que le ayudara alguien porque se había caido y se había lastimado una pierna, nos paramos, hasta que vinieron unos compañeros de Sonseca quienes lo reconocieron (Félix) y avisaron a su hijo y a protección civil para que fueran a recogerlo, así que, sin pretenderlo, hicimos la buena obra del día...
El resultado final fue que nos juntamos más de 350 ciclistas, logrando una recaudación superior a los 2.000 Euros, que van a parar íntegramente a Cruz Roja Ayuda por Haití, y que finalizamos la mañana con unas estupendas migas de pastor que nos obsequiaron los amigos del C.C.Sonseca, regadas con sus correspondientes refrescos y cervezas. Así, que no podemos pedir más, el tiempo fue perfecto, el compañerismo y la camaradería se sentía en el ambiente, y no hubo que lamentar caidas, pinchazos ni nada por el estilo, y disfrutamos de los charcos, el barro y las piedras como los críos con zapatos nuevos, ... y encima por una buena causa.
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