viernes, mayo 29, 2009

CRONICA DE TEMBLEQUE

Foto oficial de grupo...

Nos encontramos en el lugar de costumbre, prestos a subir las bicis a la furgoneta de Javi, para dirigirnos a la localidad de Tembleque, que este año celebra su V Centenario (quien quiera más información que visite la web: http://www.tembleque2009.com/ ), y además los amigos del Temblebike, Los Callaos celebran su III Ruta MTB (que algún día si me acuerdo les preguntaré el porqué del nombre), el caso es que nos presentamos en el pabellón a recoger los dorsales, del 101 al 109 (ambos inclusive), como Dios manda, a los que saben contar no se lo digo, a los que aún no saben, significa que fuimos 9 gigantes 9, y una vez puesto el dorsal en la bici, repartidas las bridas (que esta vez no faltaron), dichas unas cuantas tonterías de rigor y alguno que hizo su “striptease” particular…( desde Full Monty no se ha visto otro mejor), saludamos a los amigos que nos vamos encontrando y nos situamos bajo el arco de salida para comenzar.
Preparando la estrategia...

Ultimos preparativos...

Como viene siendo habitual últimamente, no llegamos tarde, no se cae nadie, no pinchamos antes de empezar, esto funciona, ya vamos pareciendo profesionales, el caso es que sin más a eso de las 9 y algo nos ponemos en marcha, como el año pasado, recorremos la población, damos la oportuna vuelta por la plaza mayor (¡preciosa, oye!), pasamos por la puerta del Palacio de las Torres, la Iglesia, y salimos todos juntitos en buena armonía en busca de los caminos, esta vez, con las gotas de lluvía de días anteriores, no hay polvo, el año pasado por esta zona parecía que estábamos en una harinera, pero mira por dónde, este año, no sólo está más bonito el campo (La Mancha, es lo que tiene…) sino que además los caminos están perfectos, algún charquito para asustar al personal, pero poca cosa.
Entrada a la Plaza Mayor...

Si no fuera por estos.. habría salido una foto de P*** madre...
Observese: a) ¿Qué iba haciendo Julián? b) El reflejo de los ciclistas en las gafas... que hacer esta foto tiene su dificultad no os creais que la hace cualquiera...

Juanchu admirando el palacio... no se le ve la cara, pero va diciendo: "Oooohhhh"
Josan, que nada más salir ya tenía hambre...

Comienzo llano, tranquilo, todo transcurre sin contratiempos, recién salidos y algunos ya tienen hambre, se rueda entre barbechos, sembrados y monte, el día bucólico, con el sol de fuera pero sin excesiva calor, bueno, siempre habrá alguno que dirá que hacía frío, pero vamos, se soporta bien, el caso es que empezamos lo entretenido con unas laderas que se van bordeando, aquí el pelotón (con perdón) se estira, en las cuestas se amontona, en las bajadas se distancia,
Qué bonitooooo!!!!!
así hasta que llegamos a la primera tachuela de importancia, y ocurre lo de costumbre, tanta cuesta y tanta gente, pues claro, pie al suelo, porque si no, peligra la vida del artista, claro, que también se puede ir campo a través, como hizo Josan, pero este es que es una “bestia parda” con la bici, el resto de los mortales, nos toca hacer empujing,

Una montonera en toda regla...
No sólo va a cruza barbecho, sino que además lo hace con los ojos cerrados...

pero vamos, como todo lo que sube tiene que bajar, en el descenso nos volvemos a agrupar y seguimos llaneando entre sembrados, por cierto que buenas hierbas crían estos caminos, terminamos con los calcetines llenos de espigas, de esas que de pequeño jugábamos a tirarnos y se quedan clavadas en la ropa, pues no sé que tendrán por esa zona, pero las alimentan bien… en fin, que nos dirijimos a Villanueva de Bogas, nuestro primer paso por la población, descubro con sorpresa que parte del trayecto que realizamos forma parte del Camino de Santiago de Levante, y en este pueblecito tienen hasta un monumento al citado Camino
Los 3 símbolos imprescindibles de un bicigrino

(Si Dios quiere, algún día pasaré por allí con las alforjas), el caso es que abandonamos V. de Bogas, y nos vamos en dirección al río, seguimos el sentido contrario que la ruta que hicimos el año anterior, aquí tenemos una zona entretenida de curvas, subidas, bajadas y todo ello aderezado con una arena que a la primera de cambio te tira al suelo, pero por suerte, esta vez, con la lluvia está muy asentada y no hay problemas, bordeamos la zona, cruzamos el puente, y nos volvemos a Villanueva,
Magnífico primer plano de Felipe...
esta vez con intención de comer algo, ahora sí, ya llevamos 37 kms. Y va habiendo hambrecilla, al igual que el año pasado el avituallamiento es en el parque, arboles con sombra, bebida y comida, fotos con los amigos, jí jí, j aja, de momento todo son buenas caras y buen rollito, aún no se han desatado las hostilidades….jejeje.

Con los amigos de MTB Aranjuez (Raul y M. Carmen)

Los compañeros de Villasequilla y M.Carmen (de nuevo)

En fin que lo bueno si es breve dos veces bueno, así que, recogimos el hato y vuelta a dar pedales, esta vez, ya no daba tiempo ni hablar, seguía siendo controlado, pero la gente estaba con ganas de quemar gasolina, y el ritmo fue creciendo, hasta que nos pararon de golpe para dar la salida al tramo libre, como siempre, suele haber 2 alternativas, una para los “masocas” y otra más civilizada para quien no quiera sufrir tanto, pero claro, nosotros no vamos a ser menos que nadie y nos fuimos por la parte conflictiva, ¡faltaría más!.

Juanjo a punto de atragantarse con una mosca...

Julian y Juanchu, que ya iban concentrados...
Iñaki, con la moral a tope...

¡Hala!, se acabó lo que se daba, aquí ya no hay amistades que valgan, para empezar, comenzamos con un camino que subía, giraba a la derecha y volvía a subir, pero ahora, de verdad, una cuestecita, pequeña pero matona, pues bien, en cuanto dieron la salida, la gente salió como si regalaran billetes al final del camino, todos como caballos desbocados, ni tácticas de equipo ni leches, qué locura, que digo yo, si esto es una cicloturista, en una competición que salen con un cuchillo entre los dientes… pues nada, como la naturaleza es sabia, cada cual se situa donde puede y se va estirando el grupo, según avanzan los metros, el grupo se estira más, y cada uno va acoplándose a los compañeros que más o menos andan como tú, claro, a estas alturas, los galgos de cada equipo ya están a 2 kms. De distancia con respecto al grueso del pelotón, en fin, y para no desentonar con mis últimas actuaciones, en la dichosa cuesta, al ir a cambiar, ¡chas! Cadena que se sale por el plato pequeño, esto ya está convirtiendo en un vicio tonto, al final, voy a tener que mejorar mi estado de forma, pero para no intentar poner plato pequeño nunca, porque siempre que lo intento se me sale (la cadena), el caso, es que Julián que va conmigo le ocurre lo mismo ¿será contagioso?, pues nada, arreglamos el problema y a seguir con la marcheta, esta zona es lo que tiene, que no hay grandes cuestas, pero las que hay son muy puñeteras, menos mal que sirvió de algo venir el año pasado, porque aunque sea en dirección contraria, por lo menos te conoces el terreno y se puede “dosificar”, sobre todo teniendo en cuenta que serán 25 kms. Un tramo bastante alto, y lo suficiente para que a alguien le pegue una pájara de padre y muy señor mío, en fin, que a lo tonto a lo tonto, Julian y yo, vamos pillando gente, pasamos por la zona del año pasado muy entretenida de subidas y bajadas cortas, con piedra suelta y la famosa V, del año pasado, que este año cogemos a muerte porque el terreno lo permite y porque no nos molesta nadie, vamos alternando, carril izquierdo, carril derecho, en función de los que nos vamos encontrando, de repente se gira a la derecha y parece que volvemos al mismo sitio del que partimos, qué lío, el caso es que la señalización está muy clarita y es difícil perderse, porque de no ser así, esto iba a parecer el rosario de la aurora, el caso es que el terreno es bastante abrupto, y vamos a toda leche, con conocimiento, pero a toda leche, de repente, en una de las curvas que hay, miro hacia atrás y Julian se me ha perdido, ¿Qué habrá pasado? Yo sigo tras el que llevaba delante que ni me deja, ni lo pillo, y lo tengo en el punto de mira, por aquí ya volvemos a girar y a subir, perdí la cuenta de las veces que se giraba en una u otra dirección, parecía que estábamos dando vueltas al mismo sitio, pero no, eran caminos distintos, hay que ver lo que puede dar de sí, las 4 sierrecillas que tienen por los alrededores, el caso, es que se va haciendo entretenido el recorrido, que si ahora subimos, que si ahora bajamos, una bajada larga y curva a la derecha, que me toca frenar y casi beso el suelo, hasta que llegamos a una zona donde se puede rodar más deprisa, esto es lo mío, plato grande y a saco, pero claro, como he dicho antes, lo bueno si breve… así que esto acaba como tiene que acabar, otra cuesta, aquí a estas alturas, ya ni intento cambiar de plato, quito todos los piñones y subo como mi plato mediano, que no es plan de volver a bajar para poner la cadena, no tengo referencias de cómo van los demás, los de delante (Josan, Javi, Iñaki, Jose Andrés y Juanchu) porque salieron como liebres, a Julian no lo veo (luego resulta que se cayó y no me enteré) y Juanjo y Felipe salieron detrás y seguirán detrás, claro. El caso es que subimos la cuesta con una cementera/cantera o lo que sea a nuestras espaldas y comienza el terreno divertido, una bajada rápida con cierta dificultad,
porque tenía mucha arena y vegetación entre medias, que había que tener cuidado por si las moscas, a todo esto y como casi siempre, mi lucha particular con mi amigo Mariano de Deporsaburum, que si tú me adelantas, que si yo te adelanto, se acabó unos kms. atrás en la zona rodadora, donde se quedó un poco atrás, así llegamos a la parte facilona de la ruta, y digo facilona porque ya nos movemos por caminos amplios y con buen firme, cereales a los lados y con el solecito poniéndonos morenos, justo la situación que me va bien, y vuelvo a poner plato grande, le subo un poquito el volumen a mis auriculares, justo cuando empieza el “Smoke on the wáter” y mantengo la cadencia de pedaleo con el ritmo de la música, ¡guau! Qué gozada, no es por ser cursi, pero en ese momento, estoy en la gloria, pulsaciones a tope, un montón de decibelios, y el cuenta de la bici, marcando 40 kms. Y parece que ya vamos en dirección a Tembleque, así que no puede quedar mucho, claro, eso es lo que pensaba yo, porque justo cuando más lanzado vas, te encuentras a uno de los de rojo, indicando que frenes, que se gira a la izquierda, y todo lo que se ha bajado, se vuelve a subir, pero vamos, esta es una cuesta bastante llevadera, aunque los kms. Que llevamos en las piernas hacen mella y me encuentro con un temblebike de los que han disputado el tramo (Iván), que está pasando un momento tenso, lo pillo y nos ponemos a la par, para recorrer los últimos kms.,
pillamos a un chaval de Ocaña y otro de equipo desconocido, justo en el último repecho que hay antes de la meta, allí donde se encuentra Miguel, el gran jefe de los temblebike haciendo fotos, y a partir de ahí, le meto el oxido nitroso a mi bici, es decir, plato grande, bajo piñones y apreto los dientes, justo cuando pasamos el cartel de 500 mtrs. Para la meta, miro por debajo del manillar y veo que el temblebike sigue pegado a mi rueda, así que apretó un poco más para intentar dejarlo, no sé el tiempo que aguantamos los 2, pero el caso es que oigo una exclamación por detrás, bajo la cabeza y ya estoy solo, así que me relajo, y llego a la meta. Después de recuperar el aliento, nos saludamos, todo un placer IVAN, porque fue una pasada el sprint que nos curramos los 2, después de todo lo que llevábamos en las piernas.
Resultado, puesto 45º, en 1,12 h. teniendo en cuenta que los máquinas que ganaron lo hicieron en 57 min. No está nada mal para un globero como yo, claro que mejor lo hicieron
Josan (4º),
Javi (12º),
Iñaki (16ª),
Juanchu (26º),
José Andrés (35º),
y por detrás con el hándicap de una caída y todo
Julian (72º) y
Felipe y Juanjo (95º y 96º) y eso que pincharon y todo.

Después, pues lo mejor del día, duchita, caldereta, cervecita, los trofeos y los regalos, esta vez, le tocó a Javi, unas cubiertas, que haciendo trueque con otro compañero, cambiamos por un casco, y el trofeo, a Josan, por ser el 2º de más de 30 años. Y después de todo, vuelta a casita, a esperar a la próxima, que este año Tembleque, ha dejado el listón muy alto en el tema de organización.
Recogiendo el trofeo en nombre de Josan...

Recogiendo el regalo en nombre de Javi...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buen resumen de la ruta de Tembleque! jejeje