miércoles, septiembre 23, 2009

La Titán de la Mancha

TITÁN: Del Latín Titan, y éste del Griego Titan, gigante mitológico . Persona que sobresale por ser excepcional en algún aspecto o por tener gran fortaleza física.


El pasado sábado 19 de Septiembre, se celebró así como si nada, la primera (esperemos que no sea la última) edición de LA TITAN DE LA MANCHA, así como suena, puede parecer un poco exagerado, pero la intención era hacer una ultraruta alrededor de la mancha (de ahí el nombre, jeje). Pues bien, el organizador de tal "locura" nuestro amigo Fran (Rutas por Alcázar), no tuvo otra genialidad que urdir un recorrido muy apetecible que abarcara una serie de pueblos emblemáticos de la zona, está claro que no se pueden recorrer todos y que había que hacer el recorrido con un cierto criterio, que uno puede estar loco, pero no tonto, así que el periplo tuvo el recorrido siguiente: Salida desde Alcázar de San Juan, Campo de Criptana, Socuellamos, Ruidera, Carrizosa del Monte, Alhambra, La Solana, Villarta de San Juan, Puerto Lápice, Herencia y Alcázar de San Juan, como punto final, total 220 kms de recorrido.
Después de tener conocimiento de la celebración de la prueba, y dado la importancia que la misma podía tener, ¿como no ibamos a estar presentes?, así que dado que no hubo más voluntarios para la misma, a pesar de mis intentos por convencer a la gente, no tuve más remedio que hacer un esfuerzo y unirme a la aventura (¡qué narices, estaba deseando hacer algo así!).

Os dejo la crónica del alma mater del evento... http://rutasporalcazar.com/?p=998

El pasado 19 de septiembre de 2009, a las 4.40 de la madrugada, en la Plaza de España de Alcázar de San Juan, comenzó la primera Titán de la Mancha, una ultramaratón en bicicleta de montaña, en la que recorrimos 220km por la comarca de La Mancha. 18 ciclistas nos atrevimos a realizar esta ruta, salvando el madrugón, la amenaza del barro (estuvo lloviendo profusamente los dos días anteriores a la ruta), el frio húmedo, la noche y los kilómetros que nos esperaban… A las 19.50 entrabamos de nuevo en la Plaza de España de Alcázar, 14 ciclistas, con una experiencia vivida que se grabará en la memoria.
Aunque era una ruta no organizada, algunos nos encargamos de que al menos hubiera algo que comer y beber. El día anterior compramos bebidas y barritas, y finalmente pudimos contar con mi hermano Toni, para que pudiera estar en sitios clave para poder avituallarnos lo mejor posible, así como con Javi Rivas que tambien estuvo pendiente de nosotros en todo momento. A los dos muchas gracias, sin vosotros hubiesemos sufrido bastante mas.

Salimos de Alcázar y nada más empezar introdujimos cambios en la ruta para evitar en lo posible zonas arcillosas donde el barro habría sido un obstáculo. Dimos un pequeño rodeo para ir a Criptana, entre zonas de niebla, donde los focos que llevabamos hacían que pareciesemos marcianos de Encuentros de la Tercera Fase..que espectáculo. Hacía frío y había bastante humedad, pero el viento, cuando daba, lo hacía de culo. Llegamos a Criptana y subimos a los molinos, donde nos esperaba Manuel, el Presi del Club MTB Gigantes, que se apuntó a la ruta y partiría desde su pueblo. El espectáculo de los molinos de Criptana, iluminados era fascinante.

Bajamos del pueblo y fuimos dirección a Socuéllamos. Llevabamos una hora de retraso sobre lo previsto, pero no se trataba de recuperarla, asi que intentamos mantener un ritmo lento de 18km/h. En Socuéllamos nos dejó Marigel, venía arrastrando problemas en una rodilla y preveía que podía hacer daño…es una auténtica Titán! A la salida del pueblo paramos para tomar algo de comer. Empezaba a amanecer, los tractores iban y venían, estamos en época de vendimia, y casi hay más vida a las 7 de la mañana que a las 11 de la mañana.
Cambiamos de dirección, sureste, y el viento empezó a molestar. Nos daba de manera lateral y con la humedad y el frio, al menos yo, no iba cómodo. Para ir a Ruidera desde Socuéllamos lo mas directo es la Cañada de Los Serranos: una interminable recta, un camino ancho, unos parajes desolados…no era esta la parte más bonita de la ruta. No pudimos ver de amanecer, las nubes, oscuras, no dejaban pasar los rayos del sol. Todo gris-azulado y frio…

Cruzamos la carretera de Tomelloso a Virrarrobledo (pronto sera autovía), y la de Tomelloso a Sotuélamos. Y es tras cruzar esta carretera cuando el paisaje empieza a cambiar, entramos en el monte, sin dejar la cañada, empiezan a aparecer chaparros, encinas, vegetación, el terrenos se ondula…y hasta sale el sol (pero solo a veces). El mero hecho de ver un paisaje variado te hace cambiar el ánimo, y eso es muy importante en rutas de este tipo. Además las conversaciones con los compañeros, las bromas…todo eso es alimento más que las barritas.
Cruzamos una carretera más, de Tomelloso a Ossa de Montiel, por la que rodamos un par de kilómetros, para desviarnos siguiendo la cañada, ascendiendo de cota hasta los 930m. más o menos. Justo para subir a esa cota había que pasar por una corta trialera, que metimos…para romper la monotonía!
A partir de ahí, bajada hasta Ruidera, monte puro mediterráneo, viento y frio (como en noviembre). Y bajamos trialerando hasta Ruidera, por la Ruta del Quijote (si, trialera-Ruta del Quijote, apto para sillas de ruedas..pero de tractor!), justo al pueblo, donde han colocado un bordillo con una canalización de unos 40cm de profundidad…en la entrada-salida de la ruta del Quijote. ¡Si señor, cuidando la ruta!


En Ruidera estaban mi hermano y Javi Rivas, y pudimos avituallarnos a gusto, además de tomar un buen café caliente en un bar. Continuamos hacia Carrizosa a través de las lagunas, por una de tantas cañadas que salen de las lagunas, en este caso hacia el sureste, caminos pedregosos, arenosos, encerrados entre el monte lleno de vegetación…toda una gozada para la MTB.

Ascendimos a una altiplanicie en torno a los 900m, el Campo de Montiel, donde de nuevo el viento y el frio arreciaban. El tiempo, no obstante, nos respetó, y casi nos favoreció. Hizo frio (yo lo pasé), pero pedalear así es más cómodo que con calor. Amenazaba con llover, el sol no salio hasta las 12…pero no llovió. Y como dice el refrán manchego, Mañanitas de niebla, tardes de paseo. Que cierto es!
En Carrizosa volvimos a avituallarnos, estabamos atravesando las partes más duras de la ruta. Gracias a Toni (Papero), de Villajoyosa, pudimos hartarnos de bollitos y otros delicatessen, ya que se trajo una caja llena de estos productos. Uno de ellos, casi rebautiza la ruta, pasandose a llamar la Ruta del Chipicao…solo decir que estos Chipicaos se terminaron, y eran buscados y rebuscados por todos cada vez que podíamos, tal fue su éxito.
En la zona de Carrizosa había llovido bastante. Para ir a Alhambra, Juan Baski el compañero de La Solana, del Club BTT Bikesol, que venía desde Alcázar en la ruta, nos recomendó ir por carretera. Mejor que él no había guía en esa zona, es su zona habitual de salidas, así que hicimos lo que nos recomendó, y fue un acierto. El ir un tramo por carretera nos vino bien a todos, además de recuperar un poco el tiempo perdido, y los kilometros de la ruta no se reducían. Llegamos a Alhambra, y subimos casi verticalmente al cerro del pueblo, atravesarlo y bajar rápidamente por la otra vertiente.

De nuevo Juan Basky recomendó ir por otra ruta a La Solana, nuestro siguiente pueblo, y fue otro acierto, ya que evitamos zonas arcillosas que nos habrían hecho suspender la ruta. Por pistas, y al pie de la sierra de La Solana nos fuimos acercando a esta localidad. Por el camino casi me da el Tio del Mazo…me subieron las pulsaciones y me quedaba sin fuerzas. Había comido bien, pero no lo dudé, bajé el ritmo, me quedé solo, me relajé, comí y bebí y continué. Poco a poco las pulsaciones empezaron a bajar y estabilizarse y empezé a notar de nuevo fuerzas…la crisis de los 130!
Llegamos a La Solana y fuimos al bar Chiki, donde previamente habíamos encargado 17 bocadillos de tortilla española. Y llegamos a mesa puesta, así que nos comimos los bocadillos de francesa (nos dieron el cambiazo pero nadie nos quejamos) hasta las migas, tomamos nuestras cafeinas y continuamos, ya sin Juan Baski, al que desde aquí le damos las gracias por sus recomendaciones, otro cacho Titán!

Enrique iba tocado por la rodilla desde antes de Ruidera, para lo que le hicieron un vendaje especial con el material que teníamos, cinta americana. No fue suficiente. Antes, rodando pudo entrar en calor, pero con la parada de la comida se le enfrió y el dolor le impidió seguir. Se metío 140km, los mas duros y es otro peazo de Titán!.
Nos esperaban 40km prácticamente rectos y llanos hasta Villarta de San Juan…ancha es La Mancha. Es el tramo que psicologicamante mas afecta, se hace interminable. De frente tienes las sierras a las que hay que llegar y atravesar por Puerto Lápice. Pero no llegas…tenemos alterada la percepción del movimiento debido a nuestros movimientos en el transporte moderno, rápido. En la bicicleta los paisajes pasan lentamente, y ahí radica su atractivo. Pero con 150km en las piernas y el culo, quieres volar! Pero no, poco a poco atravesamos la llanura, entre viñedos, maizales, alfalfales, melonares, cebollares, pimientales…huerta intensiva en el corazón de La Mancha, esquilmando los acuíferos.

Poco a poco nos acercabamos a Villarta, la luz cambiaba, avanzaba la tarde. En esta localidad estaba de nuevo Toni con la furgoneta, comimos, nos quitamos peso, estabamos a casi 40 km de terminar, es decir, el ultimo esfuerzo! Pero antes, un pinchazo, el único, Javier E. (¿quizas fue un sabotaje por lo bien que iban las cosas? ¿Qué opinas Javi?). En Villarta nos abandonó Manuel El Presi por motivos laborales y con todo el dolor de su alma…otro gran Titán!

Atravesamos el puente romano de Villarta y continuamos a Puerto Lápice. Los ánimos empezaban a subir, anestesiando la falta de fuerzas y los dolores. Sabía que una vez pasado Puerto Lápice estabamos en poco más de una hora en Alcázar. Javi Rivas nos dió el último avituallamiento en esta localidad, y seguimos, con casi 200km a las piernas. Para llegar a Herencia subimos la Sevillana, el último esfuerzo fisico-técnico resaltable. Nos reagrupamos en la cima y en la bajada aceleramos el ritmo, de tal manera que llegamos a Herencia del tirón. De Herencia a Alcázar fuimos por carretera, ya que el camino que atraviesa el Ciguela es arcilla blanca y el río estaría además empapado…más barro. Hicimos un grupo compacto y a más de 25km/h, con el viento de culo, llegamos a Alcázar a las 19.40 del sábado…habíamos recuperado con creces la hora perdida.
Entramos al pueblo y directamente a la Plaza de España, donde no había nadie esperando, no había pancartas, ni tracas, ni aplausos, sino cara de estupefacción. Es lo que tiene este deporte, soledad. Pero, sin embargo, en la plaza había 14 titanes, grandes, enormes, con sus bicicletas , sus cascos…que habían realizado juntos una hazaña por La Mancha de 220km. Y me pregunto, quien entendía a El Quijote en el sXVII?(Y ahora?)


Todas las fotos se encuentran aquí: http://titandelamancha.wordpress.com/fotos/

3 comentarios:

Fran dijo...

Hola Manuel, el Presi Titán, eres un genio, espero coincidir pronto contigo, un saludo!

Papero dijo...

Gracias por la cronica.

He disfrutado de ella lo mismo que disfrute encima de la bici.

Un saludo y hasta la proxima.

Papero dijo...

Gracias por la cronica.

He disfrutado de ella lo mismo que disfrute encima de la bici.

Un saludo y hasta la proxima.